Publicado el 4 septiembre de 2017 a las 12:28 pm, por

El aprendizaje de técnicas de relajación y meditación es hoy en día un maravilloso instrumento para poder conseguir muy diversos objetivos.

 

Nuestra mente está saturada de información y en muchas ocasiones el ritmo que nos impone la vida nos impide tomarnos un tiempo de respiro. De descanso mental consciente. De observar nuestro estado interno.

 

En muchas ocasiones cuando estamos deprimidos o estresados, ni siquiera sabemos muy bien por qué.  Hemos olvidado el arte de escucharnos y sanarnos.

 

Entre los beneficios de la meditación  quiero destacar:

  1. Nos permite tomarnos un tiempo para estar con nosotros mismos en silencio. Vivimos rodeados de ruido y estímulos de todo tipo. Nuestros sentidos no toman a veces el descanso necesario y nuestro sistema nervioso se sobrecarga y responde con cada vez peor ante el medio que no rodea. La meditación nos recuerda la importancia del silencio y de saber relajarnos.
  2. Nos enseña a observar nuestro entorno y nuestro estado interno.  Nos da la capacidad de observar y reconocer nuestro comportamiento ante todo tipo de situaciones.
  3. Nos enseña a ser dueños de nuestra respuesta ante los problemas o situaciones de estrés. De forma que nos hace dueños de nuestras emociones y actos. Aprendiendo a no dejarnos arrastrar por emociones como la ira o la tristeza.
  4. Aumenta la capacidad de concentración.
  5. Aumenta la capacidad de estudio y aprendizaje en todos los aspectos de la vida.
  6. Es posible que ralentice el proceso de envejecimiento celular.
  7. Nos abre a emociones positivas y a su cultivo interno.
  8. Nos libera poco a poco de la mente negativa o limitante.
  9. Nos aporta en definitiva la capacidad de estar más relajados y felices.

 

He extraído estos párrafos del artículo publicado en la revista de Investigación y Ciencia del mes de Enero, titulado “En el cerebro del meditador”, por Matthieu Ricard, Antoine Lutz y Richard J. Davidson.

 

Me ha parecido realmente muy interesante y viene a corroborar de una forma científica los beneficios que desde la antigüedad se le atribuyen a la meditación.

 

Aquí os dejo el extracto de este interesante artículo:

 

“La meditación es un antigua práctica que, de una u otra manera, forma parte de todas las religiones. Esta práctica se ha abierto camino en el mundo secular como un modo de promover la calma y el bienestar en general.

 

El Dalai Lama, e el 2000, puso en marcha la subdisciplina de “ Neurociencia Contemplativa ” y propuso a los científicos que estudiaran la actividad cerebral de meditadores budistas expertos.

 

Durante casi 15 años, más de cien practicantes del budismo monacales y laicos, así como numerosos principiantes han participado en los experimentos científicos de la Universidad de Wisconsin-Madison y en otras 19 Universidades más.

 

El descubrimiento de los beneficios de la meditación coincide con hallazgos recientes en neurociencia que demuestran que el cerebro adulto todavía puede transformarse profundamente a través de la experiencia. Tales datos revelan que, cuando aprendemos a hacer malabares, o a tocar un instrumento, el cerebro experimenta cambios a través de un proceso llamado neuroplasticidad.

 

Cuando meditamos parece ocurrir un proceso similar. Nada varía en el ambiente que rodea al meditador, pero este regula sus estados mentales para alcanzar una forma de mejora interna, una experiencia que afecta al funcionamiento y estructura física del cerebro.

 

La meditación persigue establecer una mente más estable y clara, equilibrio emocional e incluso el cultivo de una sensación de benevolencia, amor y compasión.

 

La meditación provoca modificaciones no sólo en determinados procesos cognitivos y emocionales, sino también en el volumen de ciertas áreas del cerebro, lo que tal vez refleje alteraciones en el número de conexiones entre neuronas. Un estudio preliminar de Sara W. Lazar, de la Universidad de Harvard, y sus colaboradores, muestra que en los meditadores expertos el volumen del tejido más oscuro del cerebro (la materia gris) es diferente al de los individuos de control. En concreto, el de la ínsula y las cortezas prefrontales.

 

Estas diferencias resultan más evidentes en los individuos de mayor edad, lo que sugiere que la meditación podría modificar la pérdida de espesor del tejido cerebral asociada a la edad.

 

En un segundo estudio, descubrieron que la práctica de la conciencia plena (MIndfullness) disminuye también el volumen de la amígdala (región implicada en el proceso del miedo).

 

Elieen Luder, de la Universidad de California en Los Ángeles, y sus colaboradores, observaron que los meditadores exhibían diferencias en los axones, las fibras que conectan las distintas regiones del cerebro entre sí. Tal dato apoya la hipótesis de que la meditación sí produce cambios estructurales en ese órgano.

 

Ya existen algunos indicios de que la meditación puede mitigar inflamación y otros tipos de estrés biológico que se producen a escala molecular.

 

Un estudio de Cliff Saron, de la Universidad de California en Davis, reveló el efecto de la meditación en una molécula implicada en la regulación de la longevidad celular. La molécula en cuestión era una enzima llamada telomerasa, que alarga los segmentos de ADN en los extremos de los cromosomas. Estos segmentos, los telómeros, aseguran la estabilidad del material genético durante la división celular, se acortan cada vez que la célula se divide,  cuando su longitud disminuye por debajo de un umbral crítico, la célula deja de dividirse y entra gradualmente en un proceso de senescencia. En comparación con el grupo de control, los meditadores que mostraron reducciones más pronunciadas del estrés fisiológico, también presentaron una mayor actividad de la telomerasa al final del retiro de meditación. Tal descubrimiento sugiere que el ejercicio de la consciencia podría ralentizar los procesos de envejecimiento celular en algunos de los pacientes.

 

Sin duda estos métodos de entrenamiento mental podrían mejorar la salud y el bienestar humanos.”

 

 

Artículo escrito por, Tina de la Rúa.

Directora de Essence Studio y Profesora de Meditación.